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Diggin´Up Ska: Upbeat Story

Enviado por el 9 febrero, 2011 – 17:17One Comment

Ok, entonces hemos quedado en que hay muchos tipos de ska, nacidos en muy diversas circunstancias, etc. Entonces, ¿por qué todos se llaman ska? ¿Tienen acaso algo en común? Aunque no todo el mundo esté de acuerdo en emplear la misma etiqueta para todos estos tipos de música, ¿existe alguna justificación que explique por qué el ska 2Tone, el ska jazz, el ska jamaicano… aun siendo tan distintos, se llamen igual? Pues sí: un elemento permanece común a todos los tipos de música que alguna vez se han llamado ska. Se trata de la acentuación del upbeat.

El término anglosajón upbeat (a veces sinónimo de offbeat) se refiere a un concepto rítmico contrapuesto al downbeat, que se correspondería con el pulso musical. A los que hayáis estudiado música quizá os suene la noción de fracción débil (frente a las fracciones fuertes que son las que coinciden con el pulso). Para los que no: si tomamos como ejemplo los latidos de un corazón, los upbeats serían todos aquellos momentos a medido camino entre latido y latido. Por decirlo de algún modo, estos instantes se encuentran por naturaleza no acentuados, pero se pueden acentuar intencionadamente, por ejemplo haciendo que una guitarra toque un acorde en cada uno de ellos. De esta manera se consigue lo que conocemos como ritmo sincopado.

La acentuación sistemática y constante del upbeat tiene un puesto de importancia central en la historia de la música jamaicana, al menos desde la aparición del ska. Esta práctica fue puesta de relieve en la peculiar forma jamaicana de interpretar rhythm and blues estadounidense durante los años 50. El r&b ya incluía como elemento característico una marcación constante del upbeat, pero los jamaicanos la fueron exagerando cada vez más, forjando poco a poco una sensación sonora distintiva. El énfasis en el upbeat se volvió tan importante para la definición del nuevo estilo que, eventualmente, la mayoría de instrumentos de la banda (guitarra, piano, vientos e incluso la voz) se encargaban de llevarlo a cabo. Tan sólo el bajo y la batería continuaron marcando el pulso (downbeat), función por otro lado necesaria para poder percibir el fenómeno rítmico correspondiente. De este modo, y como bien apunta el musicólogo , en el ska jamaicano toda la banda se volcaba en subrayar el ritmo1. El planteamiento rítmico no fue la única aportación original jamaicana en la confección del ska, pero sí una de las más sólidas y que en gran parte permitió considerar el nacimiento de un estilo propio.

Matt Sakakeeny, en un interesante artículo que estuvo colgado en la red hace tiempo2, comenta los orígenes e importancia de la acentuación del offbeat (=upbeat, en este caso) en la música jamaicana; las siguientes líneas son suyas:

El principal identificador de cualquier canción ska es su ritmo distintivo. El propulsivo y a veces incesante énfasis sobre el offbeat está presente en la inmensa mayoría de música jamaicana de los últimos 40 años, y se puede reconocer en muchas formas de música temprana de la isla. El firme compromiso de acentuar todos y cada uno de los offbeats –a lo que se ha hecho referencia como ritmo “cabeza abajo” o “de atrás hacia delante”3– parece ser exclusivo de Jamaica. Al parecer todos los que estuvieron presentes en la génesis del ska se atribuyen el mérito de haber inventado esta práctica interpretativa, pero es más probable que para la década de los 50 los jamaicanos ya hubieran desarrollado una preferencia por los ritmos en offbeat. […] el acento en offbeat preponderante en el ska se convirtió en el sello distintivo de toda la música popular jamaicana siguiente.4

En efecto, el recurso de acentuar el upbeat es un rasgo recurrente en los géneros de origen jamaicano, incluyendo el rock steady, el reggae y el dancehall, así como las distintas manifestaciones del ska. Evidentemente, es tan sólo uno de entre los muchos elementos que caracterizan a cada tipo de música, no siempre o necesariamente el principal. Si añadimos que la acentuación del upbeat se puede llevar a cabo de muchas formas, nos encontramos ante una práctica capaz de adaptarse a realidades musicales muy distintas entre sí. Los revivals del ska (principalmente el de la 3rd wave) tienen mucho que ver con esta idea, y a ello dedicaré la siguiente entrada del blog. ¡Estad atentos!

Texto: GFM
Vía: digginupska.reggae-blog.net

1 Georg Demcisin: Tracing the Roots of Ska: A Musicological and Music-Sociological Approach, Alemania: VDM Verlag Dr. Müller, 2008, p. 195.
2 Matt Sakakeeny: “Upside-Down Rhythm: Offbeats, Upbeats and Afterbeats in Jamaican Ska”. Publicado antiguamente en la página American Routes, http://americanroutes.publicradio.org/.
3 Sakakeeny menciona como fuente el libro Reggae Bloodlines de Davis y Simon. Lloyd Bradley también alude a estas expresiones en Bass Culture: When Reggae Was King, London, etc.: Penguin, 2001, p. 53.
4 “The principal identifier of any ska song is it’s unique rhythm. The propulsive, occasionally incessant, emphasis on the offbeat is present in the vast majority of Jamaican music of the last 40 years, and can be traced to many forms of the island’s earlier music. The unwavering commitment to stress each and every offbeat – referred to as “upside-down” or “back-to-front” rhythm [Davis and Simon, 1979] – appears to be exclusive to Jamaica. Seemingly everyone present at the inception of ska takes full credit for inventing this performance practice, but it is more likely that by the 1950s Jamaicans had already developed a preference for offbeat rhythms. […] the offbeat accent prevalent in ska became the hallmark for all Jamaican popular music that has followed.” (trad. personal). Sakakeeny: op. cit.

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