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Demolition Tour en Barcelona

Enviado por el 11 diciembre, 2012 – 14:40No Comment

Suiza, EE.UU y África en plena armonía.

Raggamuffin, Hip Hop y Reggae en perfecta combinación.

Aya Waska, Afu-Ra y , unidos como hermanos por una causa común: el amor a raíces musicales.

Todo esto y algo más es Demolition Tour. Una forma de conjuntar tres maneras de comprender la música negra que a veces se rechazan pero que casi siempre encuentran puntos en común.

Una asociación que llegó al Music Hall barcelonés en otro de esos puentes que contentan a los currantes e irritan de sobremanera a los dueños de Clubs y promotores de conciertos. No quiero pensar en otro motivo para entender la floja entrada que reflejó un acontecimiento merecedor de mucho más público.

Media sala llena o vacía, ustedes deciden, recibió con un sonido ajustado a los tres protagonistas, guiados por Dj Cousteau, selector del Digital Cut Sound que detrás de una pequeñita manzana de sobras conocida, dirigió con pericia el devenir musical de la noche.

Si les cansa escuchar Ragga a palo seco en su domicilio, les recomiendo vivamente “Connexion” (2009), un disco donde el primer artista en saltar al ruedo del Music Hall, Aya Waska, se reúne con artistas del rango de Akon, Blue Eyes (corista de Jamiroquai) o el mismo Afu-Ra entre otros, para ofrecer un trabajo donde la diversidad rítmica es la protagonista y desatasca un estilo que a veces puede resultar monótono.

En vivo, el suizo se muestra vigoroso e intenta que el empacho verborreico no aturda al espectador, para esto combina ritmos de diferentes estilos e incluso utiliza la voz pregrabada de Chezidek en “Hot”, uno de los temas del mencionado “Connexion”. Si algún día tropiezan con él, pídanle que les cante algo “a capella”, se sorprenderán. Sin la ayuda de ningún sonido, Aya Waska despliega lo mejor de su manera de hacer y el imparable palabreo se convierte en su gran seña de identidad.

A principios del nuevo milenio, Afu-Ra era un artista puntero, de ésos que los admiradores adoran postrados a los pies de los posters de habitaciones. Acababa de lanzar “Body Of The Life Force” (2000) y la cresta de la ola “hiphopera”, parecía ser su seguro hogar. Su carrera se paró en el 2005 y ahora, siete años después, renace con la segunda parte de su primer bombazo, un disco que quizás no llegue al esplendor de su predecesor pero tiene clase y puede ser la primera piedra para volver a tener el reconocimiento que nunca debió perder.

Ahora se nos presenta con un peinado a lo mohicano y con el peso de unos años que no quieren perdonar ni a los buenos artistas. Eso sí, el “flow” no lo ha perdido, esa cadencia en el fraseo que separa a los buenos “raperos” de los malos, sigue ahí impoluta, limpia de telarañas.

Dedicó la primera fase de su actuación a recordar primeros éxitos y aquellas tremendas colaboraciones con Ky-Many Marley (Equality) y Gentleman (Why Cry). La segunda fue para repasar la segunda entrega de “Body Of Life Force”. La defendió con aplomo pero al comparar las nuevas composiciones con predecesoras, pierden claramente el combate. Su colaboración con Aya Waska en “From Brooklyn To Jasmki”, uno de los mejores cortes de su nuevo disco, sirvió tanto para permitirse un pequeño descanso vocal como para darle más boato a un ya de por sí energético “Set”.

Me perdonarán la insistencia pero cuando de verdad se reconoce a un cantante con todas las letras, es el momento en que notamos la modulación de las notas, el equilibrio en la melodía y los pequeños silencios entre frase y frase, en este sentido la parte inicial de la actuación de fue modélica.

Más de uno arrugó el entrecejo al contemplar el arranque del africano. En las antípodas de colegas de cartel, se la jugó con un repertorio reposado lleno de reminiscencias Old School, en el que mezcló el Lovers con Reggae de corte clásico, demostrando una calidez vocal y un estilo de Soul Man preciosista y fascinante, sólo le faltó arrebatarse un poco más para que el goce fuera máximo.

En este tramo pudimos escuchar “Be Strong”, la tierna “On you” o “Upright”, con la que cerró la tanda. Encantador.

Con “Wise Up” inició su habitual paseo por el Dancehall, un estilo al que según propias palabras no renunciará nunca, a pesar que su nuevo disco “Love Teraphy”, está repleto de medios tiempos.

Brilló con “Get The Prize” y finalizó su show acompañado de Afu-Ra, interpretando “Warrior”, canción incluida en el reciente disco del americano.

No hubo más, los horarios son los que son y no se dejan estirar. Una lástima, las magníficas prestaciones de merecían un disfrute más amplio.

Mientras unos se dirigían a encontrar bullicio en los bares, Lyricson se encaminaba a dar un paseo reflexivo por la ciudad. Una ciudad que se está quedando sin bares ni salas donde poder disfrutar de nuestras músicas preferidas. Seguimos observando de que manera las autoridades ponen trabas a modo de impuestos abusivos, dictan leyes injustas y se dejan llevar por arbitrariedades absurdas, en lugar de promover la cultura. Mientras eso no cambie, los conciertos de Reggae o de otra música alejada de lo convencional, agonizarán lenta y dolorosamente. Por desgracia no podemos ver el futuro de otra manera que no sea pintado de gris tirando a negro.

Señores recapaciten, esto se nos muere.

P.D: Queremos dar nuestro agradecimiento a Álex Boa, organizador del evento, por ayudarnos antes, durante y después del concierto a que nuestro trabajo fuera lo más eficaz posible. Gracias de corazón.

Texto: Barracuda
Fotos: Laia Buira

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