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Crónica Steel Pulse en Barcelona

Enviado por el 15 octubre, 2013 – 18:32No Comment

SP002Los conflictos generacionales tienen difícil solución, todos nos aferramos a lo que preferimos y tachamos lo antiguo de prescrito y lo nuevo de frágil y sin futuro.

No dilucidaremos aquí quien posee la razón, la edad nos da diferentes perspectivas y entraríamos en un bucle del que sería imposible salir.

El problema principal existe en la subjetividad y los prejuicios que no nos permiten ver más allá de un par de palmos de nuestras narices.

Antes de dar una colleja a las nuevas generaciones que ningunearon a una banda de tanto peso como Steel Pulse, entonaré el “mea culpa”.

Hace demasiado tiempo, declaré mi odio profundo a Antonio Machín. Confieso sin rubor que ahora, cada mañana me despierto entonando “Tengo una debilidad”. De los errores se aprende y sería estupendo que los que se desmelenan por las estrellas del Dancehall actual y las descargas de los Sound Systems, echaran de tanto en tanto una miradita a ese mundo tan maltratado del Reggae parido en Inglaterra a final de los años setenta, fundamental para su propio desarrollo y básico para los españolitos que empezamos a conocer lo que venía de a través de Capital Letters, Black Slate, Reggae Regular, Aswad o nuestros protagonistas de hoy: Steel Pulse.

SP013Nos situamos en un repleto Apolo y observamos cómo el público presente no baja de la treintena, igual que sucedió hace unos meses en el concierto de Eric Burdon. ¿Va a ser eso síntoma de caderas quietas? Negativo, pocas veces he visto la sala barcelonesa en tal ebullición bailonga. Dancemos pues.

True Democracy, es uno de los grandes discos de la banda británica y un título de frase demoledora que reclama lo que la gran mayoría de la población mundial grita sin cesar: Necesitamos una verdadera democracia. El rugido guerrero de se escuchó desde el primer momento en dos de sus temas: Blues Dance Raid y un Rally Round de impresión que ya hacía prever el nivel que alcanzaría el espectáculo.

Un espectáculo lleno de color, júbilo, bien sonorizado, calculado al milímetro pero sin perder ni un ápice de frescura, de un nivel instrumental notabilísimo, sin tiempos muertos ni efectos pueriles, algo corto pero de una intensidad apabullante.

no tiene la brillantez vocal de antaño pero su original fraseo se mantiene incólume y sigue bordando Roller Skates, Chant A Psalm o Drug Squad. Dirige la banda con gran maestría, ejecutando los parones y arranques musicales típicos del grupo con singular pericia. Por si fuera poco sigue peleón como siempre y lanza gritos de libertad, igualdad y justicia en A Who Responsible, Black & Proud y Pan Africans Unite.

SP012Hinds tiene un gran apoyo en escena, un saxofonista vivaracho y su habitual copiloto Selwyn Brown, sobresaliente en el teclado y con un estilo de “toasting” de la mejor escuela.

La traca final la componen Prodigal Son, Sttepin Out (en versión súper extendida), Let Freedom Ring, Babylon Makes The Rules, una morrocotuda No More Weapons y Your House, tan intensa y adictiva que un servidor lleva una semana tarareándola sin parar.

La buena música no sabe de filiaciones, exclusivamente se disfruta y se ama. Los prejuicios atontan y descubren tus carencias. Debemos mirar al pasado con devoción e interés y al presente quitándonos el cartelillo de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Steel embelesan a los veteranos y parecen importar poco a los más jóvenes. Se equivocan, son demasiado buenos para ignorarlos. Hablemos en idioma práctico y sin recovecos: ¡¡Un bolazo!!

Texto:

Fotos: Juan José Ruscalleda (Reggae Shot)

 

 

 

 

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