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Raggasonic en Barcelona

Enviado por el 5 octubre, 2012 – 0:09No Comment

¿Existen estilos musicales que producen cansancio al escucharlos en el dulce hogar pero en cambio son inmensamente disfrutables en vivo y en directo?

Las jóvenes generaciones que aguantan  lo que les echen a cualquier hora del día y donde sea, probablemente no estarán de acuerdo con esta diferenciación pero uno piensa que de haberlos “haylos”.

Cuesta creer que alguien se pueda tragar cuatro temas seguidos de Heavy Metal machacante, cinco de Punk ensordecedor o seis de o Dancehall a toda pastilla mientras cuece unos macarrones o lee el periódico sentado en el mullido sofá.

En cambio no existen edades para disfrutar de esa música supuestamente molesta cuando es interpretada en un escenario.

A los franceses que han vuelto después de estar separados un largo tiempo, es imprescindible contemplarlos para poder gozar de su arte en todo su esplendor. Lo que en disco puede resultar algo cansino, en vivo se transforma en una catarata de ritmo imparable.

Big y Daddy Mory, tanto monta, monta tanto, quizás Big monte algo mejor, se presentaron por primera vez en España para presentar 3, la razón de su retorno.

Los estilos aparecen y desaparecen tan rápidamente que escuchar la palabra “Raggamuffin”, casi suena anticuado. son unos maestros de esa manera de “cantar” como si de una ametralladora se tratara, tanto que su influencia ha sido máxima durante los años de su reinado, y si no que se lo pregunten a Morodo. No han perdido ni un ápice de fuerza y se les nota frescos y con garra.

Posiblemente con una banda el espectáculo todavía podía haber sido más sabroso, pero el selector se desenvolvió suficientemente bien para que no se le echara excesivamente en falta.

Desde los platos sonaron ritmos modernos y también clásicos que combinaron perfectamente con la verborrea de los franceses. Y es que cuando las cosas se hacen bien, los géneros cuadran siempre.

El mejor ejemplo lo encontraríamos en “J’entends Parler” cantada con el ritmo del “Waiting In Vain” de Marley. El mejor tema de la noche y la más palpable demostración que dos polos aparentemente opuestos pueden casar felizmente.

Junto a él, grandes éxitos como “Legalisez La Ganja”, “Faut Me Prendre Pour Un Âne”, Révolution” o «Bleu, Blanc, Rouge» seguidos con emoción por la parroquia francesa que acudió al acontecimiento.

También hubo tiempo para el Dancehall más moderno que seguro incluirán en su inminente trabajo.

Espléndida velada completada por el prometedor aunque algo tópico, Niche Flow y a la que sólo le faltó una cosa: algo más de público.

La lluvia caída durante todo el día sobre Barcelona impidió una mejor entrada.

Una lástima, se merecían por trayectoria, influencia y categoría,  un lleno absoluto. Otra vez será.

Texto: Barracuda
Fotos: Juan José Ruscalleda

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